UN SOLETE MERECIDO
Una de las cosas que más me pueden gustar es llegar a MALA-SAÑA y colocarme en la barra, sentarme en un taburete y ver cómo trabajan sus camareros: sus movimientos, ese agitar rítmico, ese mezclar acompasado, ese combinar con precisión alquímica. Una maestría mientras se desplazan, se mueven, de aquí y allá atendiendo las diferentes comandas y parándose a hablar e interesarse por los clientes que nos acercamos a ellos como antes nuestros antepasados se acercaron al chamán de la tribu y al calor de la hoguera. Ellos son ahora los que, en cierto modo, cumplen esta función sanadora y purificadora.
También observo a los clientes, sentados en sus mesas muestran en sus rostros la felicidad creciente a cada sorbo, un brillo en los ojos que aumenta al vaivén de los tragos. Parece que alguien se haya dejado abierta la puerta del paraíso y esa brisa de aire de gozo lo inunde todo y todo el rato.
Pero parece ser que esta sensación no sólo yo la percibo, también lo hacen los amigos y referentes de la Guía Repsol. Por esto y por “la mejor coctelería de Oviedo, con una bodega de licores espectacular y una carta donde siempre se encuentran combinados sorprendentes, y una atención perfecta. Entra y déjate llevar” han incluido en la lista de la octava edición de ‘Soletes de otoño’ a MALA-SAÑA. Siendo la única coctelería que figura en esta lista en Asturias y uno de los pocos establecimientos reconocidos en Oviedo. Un Solete que les hace mucha ilusión, pero algo que Saúl e Iván siempre reiteran es que no trabajan para ninguna lista o reconocimiento en especial, aunque todos son bienvenidos y están orgullosos de ellos, sino que lo hacen para sus clientes, para esos que ya se han convertido en amigos y cuya gratitud diaria y continua es más importante que ningún premio o lista.
Este Solete Repsol les cogió un poco de imprevisto, y así lo expresa Iván: “No contábamos para nada con él”. Por eso ha hecho especial ilusión a todo el equipo, revolucionó un poco la jornada del viernes e hizo que encararan el fin de semana con más ganas que nunca, no es para menos. Un premio más que viene a distinguir el trabajo y la maestría en el arte de la mixología. Un peldaño en la lucha continua por ser los mejores y ofrecer siempre los mejores tragos y los más innovadores, no perdiendo nunca los orígenes ni la tradición, a su clientela. Algo que se merecen y alegra todos los que disfrutamos aquí gracias a su labor.
Nos vemos en la barra, brindo por ustedes.